miércoles, 30 de mayo de 2012

Propuestas inverosímiles: una receta para que hable un perro mudo.


Receta para un perro “sordoverde”


Habrá que macerar un alga rota
que irrite cada herida y la transforme
en un impulso al grito omnipotente.
Probablemente, habrá que echar guindillas
para que estallen cientos de orugas en su boca.
El ajo forma parte del perfume
que hace reconocible este paisaje
de cocina doméstica,
coñac para el color y porque, bueno,
habrá que aprovechar el incremento
del habla que se observa en los borrachos.
Aceite con canciones de aceituna,
laurel como homenaje al árbol que da sombra.
Esto para la salsa. En cuanto al resto,
un horno comprensivo y un lenguado
que hagan del perro mudo y “sordoverde”
un charlatán que ladra y se emociona.

1 comentario: