jueves, 31 de mayo de 2012

Un virus anda suelto



Estoy convencido de que hay cosas que no son fáciles de enseñar, sin embargo, son fáciles de contagiar.  El placer por la escritura es una de ellas. Y además, son múltiples los virus capaces de transmitir esta enfermedad de la que, una vez que nos atrapa, es casi imposible librarse sin que nos deje secuelas.
Primera edición en España de
Gramática de la Fantasía (1976)
Uno de los virus de la escritura más dañino que he conocido se llama Gianni y se apellida Rodari. Este virus comenzó su nociva actividad allá por el año 62 en Turín con sus Cuentos por teléfono pero fue en 1973, en Torino,  cuando atacó de una forma más certera con su Gramática de la Fantasía; a finales de la década ya había roto las fronteras italianas y se había propagado por varios países del entorno. En el nuestro se coló por Barcelona, de la mano de editoriales como Juventud, que publicó los Cuentos en 1973, o Avance, que haría lo mismo con la Gramática en 1976.  Bien es cierto que las Escuelas de Magisterio y posteriormente los Departamentos de Didáctica de las Lenguas de las Facultades de Educación intentaron combatirlo con el más terrible de los antídotos, la indiferencia… Pero no consiguieron detener su propagación entre los maestros y maestras que se transmitían el virus con entusiasmo porque, una vez que les atrapaba, era imposible librarse de sus efectos.

Reconozco haber sido uno de los afectados por este virus… Durante unos meses trabajé en un puesto de alto riesgo, una librería en la que estaba permanentemente expuesto al peligro de éste y otros agentes infecciosos de esta terrible enfermedad. Era el comienzo de la década de  los 80 y Rodari golpeaba con fuerza… Por aquél entonces aún estábamos poco sensibilizados con el tema de la salud laboral y por mis manos pasaban a la semana varios ejemplares de sus obras… Un día me descuidé, bajé la guardia y… ¡zas! Me convertí en un enfermo crónico.
Cuando tomas conciencia de que eres un enfermo crónico, no te queda otra que aceptar la enfermedad e intentar sacarle partido, y así lo hice. Por aquel entonces me llamaron para cumplir con mi deber para con la Patria… Alegué cuentitis aguda, pero no me sirvió de mucho, me dieron apto para la vida militar.  Eso sí, mi virus particular me ayudaba a vencer tardes tediosas y sinrazones estúpidas que soportaba a diario permitiendo que mi imaginación traspasara los muros del cuartel para crear hipótesis fantásticas (“¿Qué pasaría si hubiese una  guerra y no fuésemos nadie?) o dedicar un limerick a mis superiores (“Hay por aquí un teniente de Soria/ que más que un teniente parece una momia/ Como no le gusta jugar al esconder/ cuando me escaqueo me quiere morder/ Este triste y amargado teniente de Soria.”)
Sexta edición en castellano de
 Cuentos por teléfono (1982)
Años después, durante mis primeros cursos como maestro, tuve otra fuerte recaída. Alfaguara había contribuido a principios de los 80 a difundir el virus Rodari con títulos como Cuentos para Jugar o Cuentos escritos a máquina…  Como la inspección médica tampoco reconoció la cuentitis crónica como una enfermedad,  no me quisieron dar la baja y pronto mis alumnos y alumnas se vieron contagiados…  ¡Cuántas historias nacían y morían en unos instantes combinando elementos al azar! ¡Cuántas de ellas sobrevivían para convertirse después en objeto de un poema, un cómic, una dramatización…! ¡Cuantas piedras lancé al estanque sin prever las consecuencias de sus ondas expansivas! Ahora, con el paso de los años, comprendo mi irresponsabilidad cuando, por Facebook, me saludan antiguos alumnos y alumnas desahuciados por la ciencia médica, convertidos en periodistas, actores, actrices, bloggeros… publicando impúdicamente sus poemas, sus reflexiones, sus vivencias…  Y me dicen “tú tienes parte de culpa de esto”
Pero mi historia continúa. Una enfermedad así tenía que terminar por afectar a la familia…  Yo pensé que las caperucitas, las blancanieves y las cenicientas serían suficientes, pero no, mi hija siempre pedía más y más… Y entonces, tuve un brote agudo de binomios fantásticos… Nada estaba a salvo en la habitación… ¡Osito y lámpara! (y el pobre osito a colgarse de la lámpara porque quería ser trapecista), ¡Candela y cortina! (y Candela, que era su muñeca preferida, casi su hermana, destrozaba la cortina para hacerse un vestido mágico), ¡mosquito y agua! (y ¡qué otro remedio le quedaba al mosquito que aprender a nadar para participar en las olimpiadas de los insectos!). Y claro… ¡Qué se podía esperar…!, ocurrió lo peor…  Con el tiempo, y completamente afectada, se convirtió en maestra y ahora transmite este mismo virus a niños y niñas indefensos… ¡Vamos, que hasta les hace escribir historias en un blog a criaturas de seis años!
Horrorizado he descubierto que este mismo virus afecta cada vez a más docentes y, hasta  quienes yo creía que estaban a salvo de todo mal, los responsables de la ordenación educativa, muestran síntomas de la enfermedad potenciando en los centros la proliferación de planes de lecturas y actividades de creación literaria ligadas a la dinamización de las bibliotecas escolares.
De tanto mal sólo podía redimirme experimentando una vacuna… Desde el Centro del Profesorado, junto a mis compañeras que trabajan en el ámbito lingüístico, conseguimos aislar un potente transmisor de esta enfermedad, también originario de Rodari, llamado Teresa Suarez. Después buscamos un grupo profesores y profesoras que se prestaran voluntariamente al experimento y les inyectamos una sobredosis de este virus, dosificado en sesiones semanales de tres horas. Pensábamos que así conseguiríamos detener la enfermedad, pero el resultado ha sido nefasto. Quizás no fuimos demasiados rigurosos en la elección y, probablemente, la mayoría de estos individuos ya venían algo afectados. El caso es que el virus se nos ha desmadrado por completo y ahora anda suelto y sin control por la red (lo podéis comprobar en http://profesoradocreativo.blogspot.com.es/).

Los expertos a quienes hemos consultado aseguran que sus efectos puedan ser devastadores, especialmente entre el alumnado que está en contacto directo con algún miembro de este descerebrado grupo de profesores y profesoras. Teniendo en cuenta que, si nadie lo remedia, cada uno de estos docentes puede llegar a compartir aula con grupos de hasta treinta, treinta y seis y cuarenta y dos niñas, niños o adolescentes, según el nivel educativo, es posible que pronto el porcentaje de la población joven afectada crezca de un modo insospechado y no quede casi nadie entre las generaciones jóvenes que no se vea afectado por el placer de inventar historias, por el goce de escribir cosas bellas, por el amor a la lectura, por el uso de la imaginación poética, por la capacidad para expresar los sentimientos, la capacidad para hacerse entender, para comprender el mundo que les rodea, para hacer un uso creativo de su lenguaje… ¡Dios, la qué hemos liado!

ESCRITURA CREATIVA
TÉCNICA: BINOMIO FANTÁSTICO
(palabras: Solidaridad y graznar)
Sueño y realidad
















Embriagado por el éxito obtenido, Elías dejó las llaves sobre los cojines de su elegante sillón del salón. Atrás quedaba un intenso trabajo. Trabajo de largas y agotadoras sesiones de excelentes resultados debido, en gran parte, a la profesionalidad demostrada por todo el personal que había participado en la última grabación, con un inusitado entusiasmo.
            Extenuado por la tensión acumulada, no tenía fuerzas suficientes para relajarse en la bañera llena de agua caliente y espumosa, como así tenía planeado. Por el contario, optó echarse en la cama y dejarse dormir.
            No llegó el sueño. Sí, la reflexión.
            Nada había sido fácil, ni tampoco prometedor si pensaba en sus duros comienzos, justo desde que decidió con empeño dedicarse al mundo de la canción. No contaba ni con el apoyo de su familia, ni con la solidaridad de sus amigos. Sin embargo lo tenía muy claro: tenía que intentarlo, aún más, tenía que conseguirlo.
            Recorrer pubs de conocidos ofreciendo gratis su actuación, subir a la red grabaciones caseras, muy cuidadas en los detalles, participación en interminables concursos y casting de programas cazatalentos para la televisión, inscripción para ser seleccionado como cantante de montajes teatrales… En ocasiones, alentado por los comentarios recibidos. Otras veces, desaminado por éstos, simulaba que escuchaba graznar a un grupo de cuervos a los que no llegaba a entender ni una sola palabra, de tanta mezcla de aciertos y fallos, según ellos, cometidos. Sin embargo sentía constantemente el vigor de  su carácter combativo. Llegar a alcanzar la cresta de la ola ondeaba en su mente, se había convertido en su propósito más inmediato.

            Acababa de cumplir los veintiocho. Un musical de éxito buscaba suplentes para coros. Y, sin más, esa fue su oportunidad. Del coro a uno de los protagonista secundarios, de ahí a una prueba en solitario. Elías siempre tenía los pies en el suelo: “todo lo que se consigue, previamente requiere trabajo constante, ilusión, responsabilidad y seriedad”, se decía. 
            Aún le costaba entender toda la parafernalia que suponía el mundo de la canción, pero se consideraba doblemente recompensado por haber logrado interpretar y transmitir su mundo interior.
Las delicadas y emotivas letras y su potente y armoniosa voz, envolvían canciones que aparecían continuamente entre los primeros puestos de las listas de melodías más escuchadas y admiradas.
Se apasionaba con su público cuando al unísono entonaban los últimos éxitos. Se emocionaba, como si se tratara de la primera vez, con las continuas  peticiones de autógrafos a la salida de los conciertos y con la expresión de sus rostros. …
Y ahora, pensaba, estaba exactamente donde quería  estar: era un corredor de fondo de incesante entrenamiento en un estadio sin fin.

APLICACIÓN EN NUESTRA ENSEÑANZA
ÁREA: LENGUA
-      Modificar un texto conocido introduciendo como nuevas las palabras del binomio fantástico.
-      Utilizar las palabras del binomio fantástico como principio y fin de un relato inventado.
-      Con las palabras del binomio fantástico realizar un anuncio publicitario, un mail, un sms (de amor, de terror,etc.)
           
(14 de Abril de 2012)

MIEDO


Poema Visual de Marcos Arroyo



miércoles, 30 de mayo de 2012

Tarea narrativa: el momento de retirarse a escribir


Les miro con cierta condescendencia y, al mismo tiempo, les envidio. Me gustaría disponer de esa tranquilidad de conciencia que les permite abandonarse al hedonismo esta tarde que sin mayor preocupación que la del próximo bar. Acaba de terminar el almuerzo y ya me invade esa sensación hormigueante de estar incumpliendo con el deber. Me basta con pensar en que debería hacer algo para que todo el día pese sobre mí la responsabilidad de buscar un hueco que dedicar al cuaderno o al teclado. El problema es que nunca sé muy bien qué es lo que tengo que hacer: corregir textos antiguos, exprimir imágenes aisladas que surgieron durante los últimos días y que guardo con la esperanza de que se conviertan en un nuevo filón o, tal vez, simplemente, dejarme llevar por el discurso automático, por ese “lo primero que se venga a la cabeza” como arma que asegure que, al menos, escriba algo. Miro las caras sonrientes y encarnadas de mis amigos mientras hablan sobre cualquier cosa con un resto de vino en las copas y pienso que soy estúpido, que debería quedarme a disfrutar o enclaustrarme porque ya sé que después andaré lamentándome de mi pereza, hacer una u otra cosa pero con convicción y no con esta cara que creo tener de quien está a punto de dar una mala excusa para mostrar un comportamiento decepcionante. Opto por el genérico cosas que hacer, la casa hecha un asco, porque siento vergüenza de decirles que me voy a escribir, que quizá haya un libro de poemas a punto de ser terminado entre las últimas notas que estuve tomando en mi libreta. Como esperaba, nadie comprende que me vaya y me tientan con café, con whisky, me coartan acusándome de “saborío”. Sin embargo, consigo escaparme y, mientras vuelvo a mi casa, pienso que he bebido lo suficiente como para no poder concentrarme en nada. Y sé lo que me espera, recurrir al tabaco y al café, revisar el cuaderno, encender el ordenador y abrir varios archivos de texto inconclusos, cambiar varias veces la música y, con suerte, dejar escritos un par de versitos nuevos. Acabaré quedándome dormido o pensando que debería haber caminado un buen rato, que el pensamiento se multiplica con la acción y que algunas de mis mejores ideas se me han ocurrido en mitad de una caminata. Está claro que, cuanto más lo planifico, más difícil me resulta encerrarme en casa para ponerme a escribir.

Haikus


Cayó el invierno.
Los ojos no resisten:
todo florece.


Es la estación,
está escrito en el viento,
tiempo de asfixia.


La lluvia riega.
¿Son cuerpos o son campos?
Nace una voz.

Propuestas inverosímiles: una receta para que hable un perro mudo.


Receta para un perro “sordoverde”


Habrá que macerar un alga rota
que irrite cada herida y la transforme
en un impulso al grito omnipotente.
Probablemente, habrá que echar guindillas
para que estallen cientos de orugas en su boca.
El ajo forma parte del perfume
que hace reconocible este paisaje
de cocina doméstica,
coñac para el color y porque, bueno,
habrá que aprovechar el incremento
del habla que se observa en los borrachos.
Aceite con canciones de aceituna,
laurel como homenaje al árbol que da sombra.
Esto para la salsa. En cuanto al resto,
un horno comprensivo y un lenguado
que hagan del perro mudo y “sordoverde”
un charlatán que ladra y se emociona.

DICHOSO ES EL ÁRBOL
 

(Calle del casco antiguo de Barcelona. Los transeuntes recorren la acera con prisas en ambos sentidos. En el centro del escenario encontramos un kiosco con los expositores de revistas repletos y montañas de periódicos en el suelo y sobre el mostrador. Dentro está Felisa la kiosquera, una cincuentona de pelo corto, teñido y ahuecado. Mastica un chicle con la boca abierta y las líneas negras de sus ojos parecen estar pintadas con un edding de los más gordos. Por delante del kiosco pasa de largo un hombre vestido de gris con una carpeta en la mano. Tiene treitantos largos justo antes de esconderse en el foro del escenario repara en el kiosco y se dirige al mostrador.)


HOMBRE (H): ¡Buenos días! ¿Qué tiene usted de prensa deportiva?
FELISA (F): Me queda el As, el Marca, Mundo Deportivo, Don Balón, Diario Sport, Estadio Deportivo, Diario del Barça, Tododeporte…
H: Ufff, ¡vaya! Mmmmmm ¿Sabría cuál de ellos recoge con más detalle el partido de ayer del Numacia y el Almería?
F: ¡Hombre clarooo! ¡No lo voy a saber! El señor de la prensa me despierta sobre las 4 de la mañana y me lo deja todo en casa. Me siento e la cocina y me voy leyendo por encima los 43 diarios españoles, los 8 catalanes, 6 provinciales y 17 internacionales … más los 23 deportivos. Y ya a las 8 abro y me lio con las revistas: desde el SEMANA hasta el “Jara y Sedal”. El domingo me levanto antes a leerme los suplementos y los “deuvedeses” que regalan La Razón y El País.
Me conocen en el barrio por Feli la Europa Press…
(El hombre permanece callado)
F: Que no! ¡Qué yo que puñetas voy a saber del Numancia y el Almería alma de cántaro! Bastante tengo con venderlos. En todos vendrá algo imagino yo.
H: ¿Podría hojear el AS y el MARCA para elegir cuál me llevo?
F: Si caballero, claro que sí. Habrá que mirar antes de meterse en una compra de esa embergadura, ¡mire, mire!
(El hombre comienza a pasar las páginas buscando el apartado dedicado a la 2ª división y Felisa mientras canta sin tirar el chicle)
F: Yo no escucho lo que dicen, las lenguas de vecindonas.. porque de sobra yo sé, por quien está tu persona
(Entra en la escena una señora octogenaria con el pelo blanco y recogido en un moño muy estirado adornado con un coletero de perlas sobre terciopelo negro. Va extremadamente maquillada y con varias joyas muy brillantes del chino de la esquina. Lleva un largo abrigo de piel de leopardo que parece sintético, seguramente del mismo establecimiento de las joyas. El abrigo no está abrochado y deja entrever una especie de maillot rosa con brillantes y una falda de gasa por encima de las rodillas de color negro con adornos en blanco y plata. Lleva en sus pies unos tacones bastante más grandes que sus pies que entierran sus delgados tobillos. Arrastra sus tacones hasta el kiosco)
LOCA: ¡Buenos días! Quisiera por favor cuarto y mitad de garbanzos a granel y 25 pesetas de vino blanco.
F: ¡La que faltaba pa´l duro! ¡Y que no me dio a mi por irme a la vendimia con mi prima Angustias y quedarme con un gabacho… ¡Santo Dios! No guapa, no. Aquí no hay ni garbanzos a granel ni vino blanco . El supermercado está justo frente a tu portal y lo de la peseta llevo explicándotelo desde que entró el euro pero en fin, Paquirrín… la chica del super es muy atenta y honrada y ella te cobrará como pueda.
(Mientras Felisa habla la loca mira al hombre de gris oculto tras el MARCA. Justo antes de irse se acerca a la portada del diario, saca un soplete y dirige una gran llamarada hacia el periódico que prende enseguida. El hombre grita y lo tira al suelo y lo apaga a pisotones)
FELISA: (Saliendo del kiosco) ¡Pero que hace so locaaaaaaaaa!
HOMBRE: ¡Pero bueno! ¿Qué hace señora? ¿Qué significa esto?
LOCA: (Mirando al periódico humeante en el suelo) Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo y más la piedra porque esa ya no siente… (Dirige una intensa mirada al hombre de gris y se va)
F: ¡Venga aquí tarada, loca del demonio! ¿A ver quién me paga esto! Peligro público, eso es lo que es usted, un peligro público. A ver si la encierran en un manicomio y nos libramos de usted hasta que Dios se la lleve…
H: Déjelo señora, yo se lo pagaré. No la trate usted así. Se ve que esa señora no está en sus cabales.
F: Pues claro que no lo está, mira este! No hay que ser muy listo “pa” darse cuenta, pero es que no es la primera vez que esta desquiciada nos pone en peligro, ¿sabe usted?
Se llama Liliana pero todos la conocemos como la loca del quinto porque vive en un quinto piso tres portales más abajo. Ya se ha intentado tirar del balcón un par de veces.
H: ¡Pobre mujer! Tenía una mirada…
F: ¡Mirada de loca, lo que es! Por aquí ha pasado varias veces para romper un periódico, casi siempre deportivo… y en otra ocasión tiró por la ventana una televisión de las grandes. Figúrese, una tele de ese calibre desde un quinto y en pleno verano cuando se celebraban las olimpiadas aquí en Barcelona. Pa habernos “matao”
Y el año pasado, en el super de enfrente le quitó el cuchillo a la carnicera e intentñó degollarse delante de la cámara de los yogures. ¡Un pastel!
H: ¿Y siempre ha sido así o es por su avanzada edad?
F: Yo desde que la conozco está fatal de lo suyo y con los años se va agravando, claro que sí. Pero siempre la he visto vestida como una circa, que lo mejor que puede pasarle es que le salga el armario ardiendo, con esa mirada de loca.
H: ¡La mirada!, es lo que más me ha llegado. Me ha conmovido. Soy psicólogo de una empresa veterinaria y no me equivoco cuando miro a los ojos de mis pacientes. Sea persona, perro a canario. He visto un gran dolor, una gran tragedia en los ojos de esa anciana. ¿Y dice usted que siempre ha sido así?
F: Bueno… yo… la conozco desde hace 30 años más o menos que me vine a vivir aquí pero cuentan los rumores de escalera que de joven era una mujer bajita pero de una extraordinaria belleza y un cuerpo esbelto y prieto. Por lo visto se dedicaba al patinaje artístico, de ahí su ropaje tan estrafalario. Dicen que patinando se enamoró de su pareja artística y de la pista acabaron en la cama. Eran de los mejores del mundo en patinaje sobre hielo.
H: ¿Y se casó? ¿Tuvo hijos?
F: Ya le digo que no se mucho más, lo que se escucha en la tienda, en la escalera, o de lo que registra una en los buzones pero no soy yo persona de llevar la vida de nadie. Dicen que no llegó a casarse. Él murió trágicamente cuando eran novios todavía y ella cogió una depresión que acabó en locura. Dicen que en su día fue muy sonado pero por el aprecio que le tenían a los dos la gente no hablaba del tema por no herirla. Yo he intentado profundizar un poco más pero no he conseguido nada.
H: Bueno, le voy a pagar el MARCA que ha quemado la señora y me llevo el MARCA sin quemaduras, que creo que lleva más información de la segunda división.
F: Pues muy bien, Son 2,40. Mira que gracia le ha hecho a usted la vieja de psicosis.
H: No sea cruel, pobrecilla. Por cierto. Lo que más se ha quemado es la portada del MARCA. ¿Me puede decir que destacan?

F: Si hombre, claro que sí. Ya que se lleva usted un 2 x 1 al revés… Pues verá habla aquí del 3- 1 del Barça al Español, se ríen de la baja por lesión de Messi y que España gana por primera vez la medalla de oro en… patinaje artístico por parejas en los juegos olímpicos de invierno.
H: ¿Me deja leer la noticia?
F: Tome
(La lee para sí mismo)
F: ¿Qué pone?
H: Dice que el equpo español de patinaje sobre hielo gana por primera vez el oro tras el fallido intento en la final de los juegos del 52 en Oslo. En aquella ocasión la pareja formada por Iván Soltero y Liliana Santos no pudieron conseguir el oro tras un desafortunado accidente en el que el patinador perdió la vida tras una aparatosa caída en plena final en la que acabó degollado por la cuchilla del patín de Liliana.
F: ¿Liliana? ¿Iván? La loca lleva una gargantilla con el nombre de Iván colgada al cuello.
H: No la llame loca, no lo merece. Sólo huye del sufrimiento y siente como nadie los versos de Darío: Dichoso es el árbol que apenas es sensitivo y más la piedra porque esa ya no siente.
(El hombre de gris se va)
F: (Coge el móvil) ¿Encarni?. Baja al kiosco enseguida. Tengo una muy fuerte. ¿De Rosalía?, no, de la loca del quinto. Baja.


De...  Concha González Guillén, Esperanza Falcón Nuviala, 
Laura Martínez Portillo y Luisma Alfonso
 

Poesía objeto. Día de la Memoria del Holocausto. (27 de Enero)


martes, 29 de mayo de 2012

Haikus "histórico-philosophicus"





Pienso luego soy.
Alma, mundo, Dios,
se ensamblan al fin.








 Cielo estrellado
y ley moral en mí
ensanchan mi ser.







La vida humana
desborda sus límites
cuando Dios muere.

viernes, 25 de mayo de 2012


TINTA LÍQUIDA

Folios en blanco, o escritos, o de colores, o con dibujos, o arrugados y bolígrafo de tinta líquida. Azul, rojo, negro, violeta, rosa....

No hay folios, ¡un cuaderno antiguo!, o una agenda prestada, una libreta del banco, una factura vieja, servilletas de papel, un cartón fino y bolígrafo de tinta líquida. Azul, rojo, negro, violeta, rosa...

Con amigos, con mi madre y mis hermanas, mis sobrinos, mis clientes, con extraños, con los alumnos. Alguna vez... solo. En casa, en una cafetería, en el bar de siempre, en la calle, en la tienda, en otra tienda, en la playa, en el camerino...

Sentado en el sofá, o en la silla, o en el sillón, en una banqueta, de pie, de rodillas, en el suelo, tirado en la toalla y con bolígrafo de tinta líquida. Azul, rojo, negro, violeta, rosa...

Con la tele encendida, en medio de una conversación familiar, o discusión de amigos, con el murmullo del gentío, con el romper de las olas, entre gritos de niños, oyendo música, entre risas...

Sobre la mesa, sobre una carpeta o un cartón, en suelo, o la pared, sobre la encimera de la cocina, o de la barra del bar, o del mostrador de la tienda o sobre un espejo... y con boloígrafo de tinta líquida. Azul, rojo, negro, violeta, rosa...

Pensando al principio, o en el medio, o al final, o todo de corrido, con tachones, siemore con tachones. Rápido, muy rápido, gastando muchoa folios, o páginas del cuaderno, o de la libreta del banco, o servilletas o apurando cada rincón de papel de la vieja factura del colchón que compreé hace meses.

Con ansias, nerviosismo, con ganas de acabar y leer a todos el resultado final.

Repaso, no entiendo, ¿qué he puesto?, repito el párrafo, repaso en mi mente, hago memoria, descifro las palabras, o me las vuelvo a inventar, y hago más tachones.

¡Es largo!, resumo, añado, corrijo y hago más tachones, y añado más palabras y todo se ha llenado de bolígrafo de tínta líquida. Azul, rojo, negro violeta o rosa. 

 

martes, 22 de mayo de 2012

UN GRUPO EXCELENTE




A pocos días de la clausura de este fantástico curso no puedo, por menos, que agradecer haber tenido un alumnado tan profesional, tan vocacional, tan entregado, dispuesto, creativo y EMOCIONADO. En estas fotos no estamos todos los que somos (ni somos todos los que estamos). También está el alma del curso, el magnífico Coordinador del mismo, Fran Vázquez, con quien he tenido la suerte de encontrarme en este camino.

Gracias a todos y a todas y ¡hasta el próximo día!.

viernes, 18 de mayo de 2012


Naranjo en flor
aromas que traspasan
mi pensamiento


Llegó el momento
el adiós es inminente
cuanto lo siento.




Aire salado
manto de nubes verdes
ya hemos llegado.


Cerré las puertas
las llaves que me diste
te dejo puesta.

Se para el tiempo
cuando sólo eres tú
mi pensamiento.


Si vas al río
di al agua que me fuí,
que me han herido.



Tras saber donde estabas
quise saber de tí.
Cruzamos las miradas


Un encuentro provocado
Parecía casual.
Cosas de enamorados.

jueves, 17 de mayo de 2012


HAIKÚS
1)Inmensidades.
Naturaleza viva.
Sol a raudales!

2)Rayos y truenos,
tormenta de verano…
Y se aleja el sol

3)Bellos sonidos
y aromas de lavanda
recorren los caminos.

4)Saludos tierra!:
penetrantes senderos
plenos de árboles.

5)Azul, ocre, gris…
visten el horizonte
y miran mi alma

APLICACIONES PARA LA PRÁCTICA DOCENTE
·         Crear un sistema de preguntas y respuestas a través de haikús: por parejas, uno/a confecciona un haikú a modo de pregunta directa o indirecta y el otro/a responde con otro haikú.
·         Haikús encadenados: a partir de la última palabra o el último verso de un haikú, crear otro (por parejas o por grupos)

martes, 15 de mayo de 2012

EL PLACER DE ESCRIBIR

                       
            El placer de escribir

            Como de costumbre recogemos la mesa y me dispongo a seguir escuchando las tortuosas noticias de la tele desde el chaise longe, cuando mi hija, rápida como una gallina en Etiopía, da un brinco y se apodera de él, desparramándose por todo lo largo y ancho de mi compañero de siesta.
            Pienso que no estará cómoda pues el confortable asiento tiene ya cogida mi forma y la invito a sentarse al lado, pero gruñe y se cruza de brazos. Ante tal negativa soy yo el que gruñe y refunfuña mientras me siento en el sillón adjunto.
            A mi niña tampoco le interesan las noticias y decide cambiar el canal buscando a Dora la exploradora. A mí, la verdad es que tampoco me importa mucho. Los telediarios cada vez me entristecen más tanto por el contenido; políticos imputados y políticos ultrarreformistas. Como por la forma; no logro aceptar la publicidad intercalada entre la información como cuña de hierro en el tronco de una encina. Maldito capitalismo!
            Creo que es el momento oportuno. Me deslizo en silencio acompasado por la musiquilla de Dora y entro en mi habitación. Lo que yo llamo mi estudio no es más que una habitación que denominamos así para diferenciarla del resto. Me siento en mi silla.
            Delante mía una ventana, la mesa de cristal con el PC y espacio para escribir.
            A mi espalda un sofá incómodo como la madre que la parió y, colgada en la pared, una guitarra acústica que encontré hace muchos años en un contenedor de basura. Cuando la encontré estaba tan destartalada que hasta le faltaban trozos de madera, pero gracias a un gran amigo la pude restaurar y, aunque nunca aprendí a tocarla, es algo más que parte de la decoración.
            A mi derecha otra ventana hecha con ladrillos de vidrio que inunda el estudio con suficiente luz para poder escribir.
            Escribir? Pues eso. Es el momento. Manos a la obra. A ver si hoy termino alguno de esos relatos cortos que nunca concluí.
            Ya está. Éste es el que estaba buscando. Desdoblo los folios a la vez que comienza a abrirse la puerta y aparece un personajillo de apenas medio metro.
            -Papá! Oco!
            Es mi chiquitín que acaba de despertar y viene con dos velones que le cuelgan de la nariz.
            -Ven aquí, gordito.- Lo cojo y le limpio suavemente su pequeña naricilla. Él me mira y me da un abrazo. Supongo que está así de cariñoso porque se acaba de despertar.
            Con las mismas vuelve al salón y se tumba junto a su hermana.
            Me dispongo a continuar con mi labor de escribir cuando aparece mi mujer secándose las manos con un trapo de cocina algo gastado y me cuenta nosequé de nosequién en nosedónde. Yo asiento varias veces con la cabeza y dudo si preguntar algo para mostrar interés, pero lo descarto porque sería darle conversación y eso atrasaría el delicioso momento de la escritura. Ella va a la cocina a preparar un café. Hoy creo que compró donuts.
            Pero no es la hora de pensar en bollería industrial. Es hora de escribir.
            No! No puede ser. Mi niño aparece descalzo con un calcetín en cada mano.
            -Papá! Ira! Ira!- me dice enseñándome los trofeos como si hubiese cortado dos orejas en una faena taurina.
            -Niño! Ponte los calcetines y no te los quites más! Hay que ver! Con el resfriado que tiene el niño y míralo sin calcetines!
            Él se ríe de forma pícara, da media vuelta y se bate en retirada corriendo y soltando carcajadas que flotan en el aire. Yo lo persigo por el comedor y lo alcanzo en la cocina. Forcejeamos mientras intento abrigarle los pies.
            Mi niña, que también quiere participar en la algarabía, se sube a mi espalda atropelladamente sin dejar de reír. Comienza la batalla de cosquillas. Quién me ha visto y quién me ve. Revolcado por el suelo, víctima de dos nenes gritones con ganas de jolgorio.
            Entre cosquillas y risas oigo el borboteo de la cafetera mientras la cocina se inunda con el aroma del torrefacto. Seguiré escribiendo otro día.


Marcos Arroyo

miércoles, 9 de mayo de 2012

BEBER SIN SED

Ráfaga dulce,
que abriga y perfuma
a media tarde.


Vaho que envuelve
de nubes sanadoras,
caricia suave.


Calmas mi sed.
Dime, ¿cuándo la tuve?
Tanino y miel.

¿Casualidad?
Color de combustible,
firma de paz.

Planteamientos descabellados. Vender zapatos a la tribu de los bosquimanos


CON UN PAR DE... BOTAS


Aunque estaba convencido de que la sensibilidad de las plantas de los pies de los bosquimanos debía estar bajo mínimos, me quedaba un ápice de esperanza de que alguna terminación nerviosa de sus pinreles quedara aún en funcionamiento. Tenía que someter a la tribu a una serie de pruebas con las que cabía la posibilidad de hacerles entender las ventajas de usar calzado y con las que con toda seguridad podía llevarme un par de ostias.

Para empezar debía integrarme en la tribu. Era el momento de pìntarme la cara, colgarme 7 kilos dde collares y pulseras y colocarme un taparrabos. El frío de los collares metálicos y la ausencia de ropa consiguieron erizarme el vello, que el tamaño de mis pezones disminuyera considerablemente y que toda mi piel se pegara más a mis musculos y huesos, haciéndome sentir más ...“recogido”.

A ellos, a primera vista, les resultaba familiar mi indumentaria excepto por una gruesa botas de militar que arrastro con los pies.

Cuando aparecí de esa guisa todo quedó en silencio. Cientos de miradas indígenas se dirigían hacia mi persona- Sólo podían distinguirse los chasquidos de la hoguera que había en el centro del coro que formaban, y mis pesados pasos arrastrando tierra dirigiéndome hacia el fuego.

Para causar aun más impresión decido pisotear las llamas con las botas de cuero y metal y aunque costó más trabajo del que pensaba terminé apagando el fuego sin quemarme los pies y sin que las botas sufrieran daños apreciables a la vista. Sólo quedó en el aire un olorcillo a pelo chamuscado ya que las botas eran más bien bajitas y las llamas superaban la altura de mis rodillas. No sé como no me dio por depilarme antes...

Tras dejar a la tribu sin fuego, tres bosquimanos se dirigieron hacia mí emitiendo unos desagradables sonidos con rápidos movimientos de lengua. Sus rudimentarias armas punzantes se dirigían a mi rostro. El calor que había dejado el fuego en mi cuerpo marchó inesperadamente a medida que mi corazón tiritaba. Afortunadamente alguien los detuvo. Era el viejo jefe de la tribu que impresionado por la hazaña se quitó una pieza de su cabeza, que a la vista parecía de oro, y la puso junto a mis pies. Fue entonces cuando los cientos de indígenas se arrodillaron e hicieron varias reverencias. ¡ debo ser un dios o algo parecido!

Me gustaba la idea de ser idolatrado y decido hacer otra demostración. Saco un pequeño bote de alcohol y un mechero en forma de alpargata que regalábamos el año pasado en la empresa y en unos segundos vuelvo a fabricar una hoguera. Los bosquimanos flipan. Agarré entonces a uno de los que quería agredirme y le indico a través de gestos que repita descalzo la misma hazaña que había hecho yo antes. Desconfiadamente va acercando el pie y lo mete entre las llamas. El negro no se inmutaba en principio pues más que un pie tenía un callo con forma de extremidad. Cuando casi va a tocar el tronco parece que sintió algo y emitió un alarido enorme y apartó el pie cojeando.

Logramos tranquilizarle pues me vine preparado con una crema buenísima para quemaduras de primer grado. Llegó el momento de elegir a otro de los agresores. Le pido que haga lo mismo, pero esta vez con mis botas. Le ayudo a ponerselas porque la criaturita no atinaba a meter el pie. Se decide y empieza con miedo, pero consigue golpear el tronco y apagar de nuevo la fogata. La tribu vuelve a flipar ahora con su compi y de nuevo se arrodillan a hacer reverencia los muy cansinos. Tras probar con más de veinte ya dejó de causar sorpresa la tontería de apagar fuego con los pies, pero quedaron bastante convencidos de que aquellas dos cosas que cubrían pies tenían una gran utilidad y aunque no eran de un dios, eran divinas. Hice entonces el primer trueque: Se las dí al jefe y me quedé con la pieza de oro.

Los días siguientes, ya más integrado, decido hacer varios concursos en plan humor amarillo: andar sobre clavos y chinchetas, meter los pies en urnas de cangrejos o escorpiones, carrera sobre lodo... El premio consistía en una lata de conserva con produtos tan atractivos para ellos como fabada, atún o melva en aceite de oliva, patés...

Aquel que me iba cambiando piezas de oro por botas o zapatos era el que normalmente degustaba estos manjares enlatados saboreando esos pringosos sabores en paladares acostumbrados al arroz hervido a animales carbonizados en las llamas.

Consigo acabar con cientos de pares de zapatos botas y chanclas y unas trescientas latas de conserva, pero vuelvo cargado de oro y con las piernas depiladas a fuego y no precisamente lento.

LA MALETA POETA

Dentro de esta maleta nos encontramos las siguientes palabras:

tempestad      bolígrafo        mayo         mosquito

agua      olvido     barro     juventud      poema

soñar    camisa      tempestad         alergia

botella         caricias        soñar      primavera    

campana         esfuerzo       barco        tiempo

esperanza         espuma        silencio          párpados

agobio      verde        noche     aire




Con este cocktail de palabras teníamos que componer un poema y quedó algo así.

El esfuerzo de soñar
me lleva a las caricias de un poema,
vestir la camisa de la primavera
y bajar del barco del agobio
en plena tempestad del mes de mayo.

Agua, aire y alergia al tiempo.

Tomo el bolígrafo contra el olvido,
bebo un trago de la botella de la esperanza
donde un mosquito de párpados verdes
tañe campanas de barro
en el silencio de la noche.

¡Eterna juventud de espuma!


Loly, Inés y Luisma

domingo, 6 de mayo de 2012

Poesía. Poemas robados...


REGRESAR SIN ODIOS


Mar del Sur en abril, amor...
El pájaro, el trigo, el agua...
aquellos seres cuya hermosura
admiramos un día, ¿dónde están?
El rumor de la trompa lejana
y el grito ronco y agudo de
algún pavo real, resonantes con
el imperio de las trompetas que
han de convocar a las almas
en el día del juicio.
El valle está muy lejos... nada.
Camino del colegio, en aquella
calle de casas señoriales y hormigón
romano de la ciudad antigua,
tenté bultos, indagué cuidados,
estaba borracho de vida,
y no lo sabía.
Pero yo ya no soy yo.
¿Quién ha visto alguna vez
un niño que intenta apresar
en su mano un rayo de sol?

[Poema robado con versos de: Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Juan R. Jiménez y Federico García Lorca]. Elaborado en colaboración por: Marco Arroyo y José A. González.

El momento en que te retiras a escribir...

NO QUIERO ACORDARME

            Hoy me he levantado al alba, como todos los días, en cuanto el canto de los gallos de la vecindad se ha hecho insistente. Junto a mí, como casi todas las noches, duerme mi joven doncella, con la que comparto las estrecheces de esta existencia que nos ha tocado en suerte. Porque mi vida es muy dura, y sólo encuentro alivio a sus rigores en los escasos ratos en que me puedo aislar para escribir. Por poneros algunos ejemplos, esta noche nos han despertado varias veces los desgarradores aullidos de algún vecino, y no sabemos si su agonía provendría del martirio de su cuerpo o más bien del de su alma. Y ahora, que todavía nos envuelve la penumbra de la hora tan temprana, nos sobresalta la veloz carrera de una rata u otro animalejo que cruza impunemente nuestra estancia.
            Mi doncella ya se levanta soñolienta y se dispone, afablemente, a servirme. Sin cruzarnos palabra, ya sabe de sobra cuáles son sus obligaciones para conmigo, que la sustento y protejo. Me ayudará a vestirme y asearme, y saldrá a continuación a buscarme el mugriento pan y queso que, junto con un jarrillo de vulgar vino, ciertos espíritus caritativos habrán dejado en la despensería para que no nos muramos de inanición todos los que aquí habitamos. En el camino, sin duda habrá de sortear los impertinentes requerimientos de otros residentes a los que les gustaría que alguna noche también calentara sus camas y diera desahogo a su soledad, pero él sabe bien cuál es el señor que más le conviene. Y he dicho “él” porque su sexo es masculino, aunque aquí dentro ese pequeño detalle no nos incomoda para tratarla como si la mujer más deseada y condescendiente fuera.
            Y en medio del más estéril aburrimiento irán pasando mis horas de caballero taciturno que no desea verse mezclado con toda esta baja ralea que me circunda y con la que no comparto nada más que la ilegalidad de ciertos deslices en los que nos vimos obligados (en mayor o menor medida) a incurrir, y por los que hoy tenemos que pagar con creces.
            Afortunadamente encontraré, después de dar cuenta de un desigual almuerzo, de un rato de sosiego en que, en lugar de dormitar al sol, permaneceré en el interior de mi estancia. Allí, sobre el blanco envejecido de unos pliegos que he logrado conseguir sobornando a algún guardián (más bondadoso que corrupto), podré garabatear con una pluma de ganso recién afilada una fantástica historia que me bulle desde hace días en la cabeza, sobre un mentecato idealista que moraba en algún lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero ahora acordarme.

Binomio Fantástico (Estantería y Cucaracha)


ESTÁN...............SÍ ESTÁN


Había un vez...Una estantería,...no,no que no puede ser. Un día que yo....no....
Estante...están, sí están. ¿Dónde? En la estantería, que no... las cucarachas que también están.
Suelen estar en todas partes, grandes, pequeñas, de distintos colores, que sí, hablo de las estanterías y de las cucarachas también.
Pero en sí ellas son para colocar, ordenar, guardar, exponer, ocultar...cajas, libros, fotos,...tesoros...o yo no sé lo que las otras (me refiero a las cucarachas) guardan, pero algo ocultan en sus laberintos y pasadizos secretos.
Grandes conocedoras de la historia ya que desde las primeras civilizaciones las cucarachas, escarabajos o similares simbolizaban a grandes dioses y eran adorados y protegidos. También conocedoras porque conviven con nosotros en nuestras raíces y cimientos.
En fin, nuestras conocidísimas cucarachas son conocedoras y vividoras, no como las otras, ahora sí me refiero a las estanterías que sí son conocedoras pero más bien sufridoras de la historia y relatos por soportar el peso de libros, enciclopedias....
Las tenemos en todas las dependencias de nuestras casas, centros de trabajo y ocio, sí las dos (unas las colocamos y otras se colocan).
No podríamos vivir sin estanterías. Libros que hemos leído o que no leeremos nunca, fotos, recuerdos de viajes o cosas que no sabemos que hacer con ellas,...¿dónde? a la estantería. Necesitamos ese orden, esas clasificaciones, lo primario-secundario, lo importante lo ignorado, los recuerdos...En el salón, dormitorio, baños, cocinas, trasteros..casa de campo, playa...sí ahí están, nuestro entorno está rodeado de estanterías, que no de cucarachas, perdón, que no cunda el pánico.
Ellas son muy independientes, y muchas, cómo se multiplican, las hay de diversos colores y vuelan.
Y digo yo, tontas no son ya que la etapa del año que más les gusta es el verano. Las vemos salir, corretear, esconderse....
Aunque es un ser vivo que no cae nada bien. Algunos de los que lean o escuchen esto les gustaría ser alguna vez en su vida como estos animalitos.
Independientes, escurridizos, difíciles de exterminar, ir a su bola, volar...
¿A quién no le gustaría no depender de nadie o de nada? Nada de horarios, estructuras, tareas, jefes... hacer lo que uno quiere, entrar, salir sin pedir permiso ni control...Saber salir de los peligros, problemas y dificultades que la vida nos platee, enfermedades...
Que no, que no, ni estanterías ni cucarachas. No nos gustan que nos manipulen, o que nos olviden como a las estanterías. Ni tampoco que nos pisen como a las cucarachas, o nos odien.
Ser uno mismo, quererse y luchar por lo que uno anhela. ¡Vivir y soñar!.