jueves, 3 de mayo de 2012

EL ELEFANTE Y SU AVIESA INTENCIÓN

            Su mirada penetrante me cautivó desde el primer momento que lo contemplé, sus larguísimas pestañas parecían persianas detrás de las que se adivinaban unos ojos acuosos que, en principio , califiqué de tiernos. Es cierto, el brillo, ese punto que indica el comienzo de una lágrima, siempre comunica e infunde dulzura o conmiseración.
            La piel acartonada que recubría su lomo mostraba, sin embargo, una dureza de carácter que se veía compensada con unos ademanes cadenciosos que exhibía parsimonioso delante de todos los mirones, sin importarle, al menos en apariencia, expandir por todos los rincones el tufo que exhalaba su dura coraza.
            Era como un soldado cansado que sabe y conoce los movimientos, pero que, a fuerza de repetirlos, dejan de ser marciales para adquirir un toque de danza lenta y elegante.
            Cuando se acercó a mí pude observar de nuevo esa mirada, ahora sin persianas, pues tenía los ojos bien abiertos, que ya no me pareció tierna y dulce, sino fuerte y libidinosa.
-Que le has gustado, ¿no ves como va directo a ti?- dijo María
-¿Qué dices? Está marcando su territorio delante de la hembra
-Si tú lo dices…
            De pronto, comenzó a levantar su trompa y a barritar, seguidamente alzó una pata y saludó con ella, sus ojos ya no mostraban ternura sino ira y avidez.
            Me sorprendieron la fuerza de su grito, el equilibrio a tres patas, su insistente mirada y hasta su piel surcada por grandes grietas por las que ya soñaba pasar la mano.
            Aun hoy no sé lo que sucedió, el caso es que he cambiado de trabajo, vivo en el zoológico y,  durante las comidas, aprovecho para contarle todas mis cosas que él escucha más atentamente que nadie.
            Dicen que hay gente que paga por cazarlos en África, yo no me lo creo, será que no los miran a los ojos o se tapan con cera los oídos para no escucharlos…si supieran que sucumbir a sus encantos es lo mejor que te puede pasar en la vida…

4 comentarios:

  1. Jajaja!!Es muy bueno, Esperanza, me encanta cómo cambias de registro tan fácil y bien!!

    ResponderEliminar
  2. Si es que a veces el único amor verdadero viene de los animales.

    ResponderEliminar
  3. Acabas enamorándore del elefante. Preciosa descripción. ¿Hay algún blog en "La Zarzuela" para colgarlo?

    ResponderEliminar
  4. Nunca se me hubiera ocurrido mirar a un elefante como lo describes tú!!!

    ResponderEliminar