DICHOSO ES EL ÁRBOL

(Calle del casco antiguo de
Barcelona. Los transeuntes recorren la acera con prisas en ambos
sentidos. En el centro del escenario encontramos un kiosco con los
expositores de revistas repletos y montañas de periódicos en el
suelo y sobre el mostrador. Dentro está Felisa la kiosquera, una
cincuentona de pelo corto, teñido y ahuecado. Mastica un chicle con
la boca abierta y las líneas negras de sus ojos parecen estar
pintadas con un edding de los más gordos. Por delante del kiosco
pasa de largo un hombre vestido de gris con una carpeta en la mano.
Tiene treitantos largos justo antes de esconderse en el foro del
escenario repara en el kiosco y se dirige al mostrador.)
HOMBRE (H): ¡Buenos días! ¿Qué
tiene usted de prensa deportiva?
FELISA (F): Me queda el As, el
Marca, Mundo Deportivo, Don Balón, Diario Sport, Estadio Deportivo,
Diario del Barça, Tododeporte…
H: Ufff, ¡vaya! Mmmmmm ¿Sabría
cuál de ellos recoge con más detalle el partido de ayer del Numacia
y el Almería?
F: ¡Hombre clarooo! ¡No lo voy a
saber! El señor de la prensa me despierta sobre las 4 de la mañana
y me lo deja todo en casa. Me siento e la cocina y me voy leyendo por
encima los 43 diarios españoles, los 8 catalanes, 6 provinciales y
17 internacionales … más los 23 deportivos. Y ya a las 8 abro y me
lio con las revistas: desde el SEMANA hasta el “Jara y Sedal”. El
domingo me levanto antes a leerme los suplementos y los “deuvedeses”
que regalan La Razón y El País.
Me conocen en el barrio por Feli la
Europa Press…
(El hombre permanece callado)
F: Que no! ¡Qué yo que puñetas
voy a saber del Numancia y el Almería alma de cántaro! Bastante
tengo con venderlos. En todos vendrá algo imagino yo.
H: ¿Podría hojear el AS y el MARCA
para elegir cuál me llevo?
F: Si caballero, claro que sí.
Habrá que mirar antes de meterse en una compra de esa embergadura,
¡mire, mire!
(El hombre comienza a pasar las
páginas buscando el apartado dedicado a la 2ª división y Felisa
mientras canta sin tirar el chicle)
F: Yo no escucho lo que dicen, las
lenguas de vecindonas.. porque de sobra yo sé, por quien está tu
persona…
(Entra en la escena una señora
octogenaria con el pelo blanco y recogido en un moño muy estirado
adornado con un coletero de perlas sobre terciopelo negro. Va
extremadamente maquillada y con varias joyas muy brillantes del chino
de la esquina. Lleva un largo abrigo de piel de leopardo que parece
sintético, seguramente del mismo establecimiento de las joyas. El
abrigo no está abrochado y deja entrever una especie de maillot rosa
con brillantes y una falda de gasa por encima de las rodillas de
color negro con adornos en blanco y plata. Lleva en sus pies unos
tacones bastante más grandes que sus pies que entierran sus delgados
tobillos. Arrastra sus tacones hasta el kiosco)
LOCA: ¡Buenos días! Quisiera por
favor cuarto y mitad de garbanzos a granel y 25 pesetas de vino
blanco.
F: ¡La que faltaba pa´l duro! ¡Y
que no me dio a mi por irme a la vendimia con mi prima Angustias y
quedarme con un gabacho… ¡Santo Dios! No guapa, no. Aquí no hay
ni garbanzos a granel ni vino blanco . El supermercado está justo
frente a tu portal y lo de la peseta llevo explicándotelo desde que
entró el euro pero en fin, Paquirrín… la chica del super es muy
atenta y honrada y ella te cobrará como pueda.
(Mientras Felisa habla la loca
mira al hombre de gris oculto tras el MARCA. Justo antes de irse se
acerca a la portada del diario, saca un soplete y dirige una gran
llamarada hacia el periódico que prende enseguida. El hombre grita y
lo tira al suelo y lo apaga a pisotones)
FELISA: (Saliendo del kiosco)
¡Pero que hace so locaaaaaaaaa!
HOMBRE: ¡Pero bueno! ¿Qué hace
señora? ¿Qué significa esto?
LOCA: (Mirando al periódico
humeante en el suelo) Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo
y más la piedra porque esa ya no siente… (Dirige una intensa
mirada al hombre de gris y se va)
F: ¡Venga
aquí tarada, loca del demonio! ¿A ver quién me paga esto! Peligro
público, eso es lo que es usted, un peligro público. A ver si la
encierran en un manicomio y nos libramos de usted hasta que Dios se
la lleve…
H: Déjelo señora, yo se lo pagaré.
No la trate usted así. Se ve que esa señora no está en sus
cabales.
F: Pues claro que no lo está, mira
este! No hay que ser muy listo “pa” darse cuenta, pero es que no
es la primera vez que esta desquiciada nos pone en peligro, ¿sabe
usted?
Se llama Liliana pero todos la
conocemos como la loca del quinto porque vive en un quinto piso tres
portales más abajo. Ya se ha intentado tirar del balcón un par de
veces.
H: ¡Pobre mujer! Tenía una mirada…
F: ¡Mirada de loca, lo que es! Por
aquí ha pasado varias veces para romper un periódico, casi siempre
deportivo… y en otra ocasión tiró por la ventana una televisión
de las grandes. Figúrese, una tele de ese calibre desde un quinto y
en pleno verano cuando se celebraban las olimpiadas aquí en
Barcelona. Pa habernos “matao”
Y el año pasado, en el super de
enfrente le quitó el cuchillo a la carnicera e intentñó degollarse
delante de la cámara de los yogures. ¡Un pastel!
H: ¿Y siempre ha sido así o es por
su avanzada edad?
F: Yo desde que la conozco está
fatal de lo suyo y con los años se va agravando, claro que sí.
Pero siempre la he visto vestida como una circa, que lo mejor que
puede pasarle es que le salga el armario ardiendo, con esa mirada de
loca.
H: ¡La mirada!, es lo que más me
ha llegado. Me ha conmovido. Soy psicólogo de una empresa
veterinaria y no me equivoco cuando miro a los ojos de mis pacientes.
Sea persona, perro a canario. He visto un gran dolor, una gran
tragedia en los ojos de esa anciana. ¿Y dice usted que siempre ha
sido así?
F: Bueno… yo… la conozco desde
hace 30 años más o menos que me vine a vivir aquí pero cuentan los
rumores de escalera que de joven era una mujer bajita pero de una
extraordinaria belleza y un cuerpo esbelto y prieto. Por lo visto se
dedicaba al patinaje artístico, de ahí su ropaje tan estrafalario.
Dicen que patinando se enamoró de su pareja artística y de la pista
acabaron en la cama. Eran de los mejores del mundo en patinaje sobre
hielo.
H: ¿Y se casó? ¿Tuvo hijos?
F: Ya le digo que no se mucho más,
lo que se escucha en la tienda, en la escalera, o de lo que registra
una en los buzones pero no soy yo persona de llevar la vida de nadie.
Dicen que no llegó a casarse. Él murió trágicamente cuando eran
novios todavía y ella cogió una depresión que acabó en locura.
Dicen que en su día fue muy sonado pero por el aprecio que le tenían
a los dos la gente no hablaba del tema por no herirla. Yo he
intentado profundizar un poco más pero no he conseguido nada.
H: Bueno, le voy a pagar el MARCA
que ha quemado la señora y me llevo el MARCA sin quemaduras, que
creo que lleva más información de la segunda división.
F: Pues muy bien, Son 2,40. Mira que
gracia le ha hecho a usted la vieja de psicosis.
H: No sea cruel, pobrecilla. Por
cierto. Lo que más se ha quemado es la portada del MARCA. ¿Me puede
decir que destacan?
F: Si hombre, claro que sí. Ya que
se lleva usted un 2 x 1 al revés… Pues verá habla aquí del 3- 1
del Barça al Español, se ríen de la baja por lesión de Messi y
que España gana por primera vez la medalla de oro en… patinaje
artístico por parejas en los juegos olímpicos de invierno.
H: ¿Me deja leer la noticia?
F: Tome
(La lee para sí mismo)
F: ¿Qué pone?
H: Dice que el equpo español de
patinaje sobre hielo gana por primera vez el oro tras el fallido
intento en la final de los juegos del 52 en Oslo. En aquella ocasión
la pareja formada por Iván Soltero y Liliana Santos no pudieron
conseguir el oro tras un desafortunado accidente en el que el
patinador perdió la vida tras una aparatosa caída en plena final en
la que acabó degollado por la cuchilla del patín de Liliana.
F: ¿Liliana? ¿Iván? La loca lleva
una gargantilla con el nombre de Iván colgada al cuello.
H: No la llame loca, no lo merece.
Sólo huye del sufrimiento y siente como nadie los versos de Darío:
Dichoso es el árbol que apenas es sensitivo y más la piedra porque
esa ya no siente.
(El hombre de gris se va)
F: (Coge el móvil)
¿Encarni?. Baja al kiosco enseguida. Tengo una muy fuerte. ¿De
Rosalía?, no, de la loca del quinto. Baja.
De... Concha González Guillén, Esperanza Falcón Nuviala,
Laura Martínez Portillo y Luisma Alfonso
Muy buen trabajo compañeros/as!! Me encanta la caracterización de Felisa, muy auténtica, muy nuestra.
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